Qué hizo la célula eucariota a la cianobacteria
Los eucariotas (/juːˈkærioʊts, -əts/) son organismos cuyas células tienen un núcleo encerrado dentro de una envoltura nuclear[1][2][3] Pertenecen al grupo de organismos Eukaryota o Eukarya; su nombre proviene del griego εὖ (eu, «bien» o «bueno») y κάρυον (karyon, «nuez» o «núcleo»). [4] El dominio Eukaryota constituye uno de los tres dominios de la vida; las bacterias y las arqueas (ambas procariotas) constituyen los otros dos dominios[5]. En la actualidad se suele considerar que los eucariotas surgieron en las arqueas o que son hermanas de las arqueas asgardas. [6][7] Esto implica que sólo hay dos dominios de la vida, Bacterias y Archaea, con los eucariotas incorporados entre las arqueas. 8][9] Los eucariotas representan una pequeña minoría del número de organismos;[10] sin embargo, debido a su tamaño generalmente mucho mayor, se estima que su biomasa global colectiva es aproximadamente igual a la de los procariotas. [Los eucariotas surgieron hace aproximadamente entre 2.000 y 1.700 millones de años, durante el eón Proterozoico, probablemente como fagotrofos flagelados[11].
Durante el origen de la célula eucariota, se cree que las bacterias engullidas
Mediante el análisis de los duplicados de miles de genes, los investigadores han reconstruido los acontecimientos evolutivos que condujeron a la creación de las células eucariotas, precursoras de prácticamente toda la vida que puede verse a simple vista.
Uno de los acontecimientos más importantes y desconcertantes de la evolución de la vida ha sido el origen de las primeras células eucariotas complejas. Casi todas las formas de vida que podemos percibir a simple vista, como las algas, las plantas, los animales y los hongos, están formadas por células complejas conocidas como «eucariotas». Un estudio en colaboración entre los grupos de Toni Gabaldón, investigador ICREA del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) y el Barcelona Supercomputing Center (BSC-CNS), y Berend Snel, de la Universidad de Utrecht, ha concluido que la primera célula que incorporó una mitocondria (considerada el paso clave para el aumento de la complejidad de las células eucariotas) ya presentaba una complejidad similar a la de los eucariotas en su estructura y funciones. Esta hipótesis sirve de puente entre los indicios de complejidad observados en algunos genomas de arqueas y el papel propuesto de las mitocondrias en el desencadenamiento de la eucariogénesis.
Lo más probable es que la evolución de las células eucariotas
La teoría endosimbiótica es el mecanismo aceptado para explicar cómo evolucionaron las células eucariotas a partir de las procariotas. Implica una relación de cooperación entre dos células que permite que ambas sobrevivan y que finalmente condujo al desarrollo de toda la vida en la Tierra.
Propuesta por primera vez por la bióloga de la Universidad de Boston Lynn Margulis a finales de la década de 1960, la teoría del endosimbionte proponía que los principales orgánulos de la célula eucariota eran en realidad células procariotas primitivas que habían sido engullidas por una célula procariota diferente y más grande.
La teoría de Margulis tardó en ser aceptada y al principio fue ridiculizada por la corriente principal de la biología. Sin embargo, Margulis y otros científicos siguieron trabajando en el tema y ahora su teoría es la norma aceptada dentro de los círculos biológicos.
Durante la investigación de Margulis sobre el origen de las células eucariotas, estudió datos sobre procariotas, eucariotas y orgánulos, y finalmente propuso que las similitudes entre procariotas y orgánulos, combinadas con su aparición en el registro fósil, se explicaban mejor por algo llamado «endosimbiosis» (que significa «cooperar dentro»).
Cómo evolucionaron las células primitivas y se convirtieron en células complejas
Como unidad fundamental de la vida, la célula es un elemento central de toda la biología. Entender mejor cómo evolucionaron y funcionan las células complejas promete nuevas revelaciones en áreas tan diversas como la investigación del cáncer y el desarrollo de nuevas plantas de cultivo.
Sin embargo, la reflexión sobre cómo surgió la célula eucariota es asombrosamente escasa. Ahora, sin embargo, una nueva y audaz idea de cómo surgió la célula eucariota y, por extensión, toda la vida compleja, está dando a los científicos la oportunidad de reexaminar algunos de los dogmas clave de la biología.
Toda la vida compleja -incluyendo las plantas, los animales y los hongos- está formada por células eucariotas, células con un núcleo y otra maquinaria interna compleja utilizada para realizar las funciones que un organismo necesita para mantenerse vivo y sano. El ser humano, por ejemplo, está compuesto por 220 tipos diferentes de células eucariotas que, trabajando en grupo, controlan todo, desde el pensamiento y la locomoción hasta la reproducción y la defensa inmunitaria.
Por ello, el origen de la célula eucariota se considera uno de los acontecimientos evolutivos más críticos en la historia de la vida en la Tierra. Si no hubiera ocurrido en algún momento entre 1.600 y 2.000 millones de años atrás, nuestro planeta sería un lugar muy diferente, poblado enteramente por procariotas, organismos unicelulares como las bacterias y las arqueas.