Hacia la creación de equipos eficaces en el lugar de trabajo
Con la dinámica cambiante del mundo empresarial, los equipos deben ser rápidos, adaptables e innovadores. Necesitan ser sus líderes en ocasiones y guiar a la organización hacia adelante. Los equipos tienen que ser eficaces y productivos para apoyar los fundamentos de una organización.
Sin embargo, desarrollar un equipo capaz es una tarea difícil de conseguir. Se necesita paciencia y una gran cantidad de dedicación para que todos estén en el mismo barco. Hay que pensar en la compatibilidad de cada uno, en las habilidades de los empleados y en el papel que desempeñan en la organización. Es una tarea bastante extensa, pero da resultados positivos una vez que se forma un equipo eficaz.
Formar un equipo eficaz requiere mucho esfuerzo y una planificación adecuada. Es posible que se presenten obstáculos una vez que se inicie el proceso. Sin embargo, para facilitarte la vida, aquí tienes algunos consejos sobre cómo puedes formar un gran equipo y fomentar una cultura de equipo.
El elemento crucial de cualquier gran equipo es su trabajo en equipo y cómo se llevan todos juntos. Sin embargo, esto no ocurre de la nada. Requiere un esfuerzo consciente por parte de cada individuo del equipo y también del líder.
Mejorar el trabajo en equipo
La eficacia de un equipo es la capacidad de un grupo de personas, normalmente con habilidades complementarias, de trabajar juntas para cumplir los objetivos establecidos por una autoridad, los miembros del equipo o los líderes del mismo. Los equipos altamente eficaces son capaces de motivarse mutuamente y colaborar para resolver problemas, lo que conduce a mayores resultados. Es más, un informe de TINYpulse descubrió que es más probable que los empleados hagan un esfuerzo adicional si tienen el respeto de sus compañeros.
Los modelos de eficacia de los equipos nos ayudan a comprender las mejores técnicas de gestión para obtener un rendimiento óptimo de nuestros equipos. Hay varios factores críticos para lograr la máxima eficacia del grupo, como muestran los seis modelos de trabajo en equipo que se exponen a continuación.
Este modelo de eficacia de los equipos fue propuesto por Rubin, Plovnick y Fry ya en 1977. También se conoce por el acrónimo GRPI, que significa Objetivos, Roles, Procesos y Relaciones Interpersonales. Representado como un diagrama piramidal, este modelo describe las cuatro partes que necesitan los equipos para ser eficaces:
Tras estudiar los equipos de varias empresas y sus diversos retos laborales, los autores Jon Katzenbach y Douglas Smith dieron a conocer este modelo de eficacia de los equipos en 1993. Su libro, «The Wisdom of Teams» (La sabiduría de los equipos), expone su modelo de equipos eficaces en un diagrama triangular en el que los tres puntos representan los resultados más importantes de cualquier equipo: productos de trabajo colectivo, resultados de rendimiento y crecimiento personal.
Qué hace un buen equipo
No es fácil ser el director general de una empresa emergente, sobre todo cuando se está frecuentemente fuera de la oficina para hablar con los inversores y el tiempo que se pasa en contacto con el equipo es limitado. La cosa se complica aún más cuando se gestionan varios equipos que trabajan en distintas ciudades.
Arek Skuza es un emprendedor nacido en Polonia que trabaja en todo el mundo (Europa y Estados Unidos). Ha realizado una salida y ha reunido capital para 3 empresas. Actualmente es director general de iTraff Technology. Caroline Golas también ha contribuido a este artículo.
Consejos para el trabajo en equipo
A lo largo de los años, a medida que los equipos se han vuelto más diversos, dispersos, digitales y dinámicos, la colaboración se ha vuelto más compleja. Pero aunque los equipos se enfrentan a nuevos retos, su éxito sigue dependiendo de un conjunto básico de fundamentos. Como descubrió J. Richard Hackman, que empezó a investigar los equipos en la década de 1970, lo más importante no son las personalidades o el comportamiento de los miembros del equipo, sino si un equipo tiene una dirección convincente, una estructura sólida y un contexto de apoyo. En su propia investigación, Haas y Mortensen han descubierto que los equipos necesitan esas tres «condiciones favorables» ahora más que nunca. Pero su trabajo también reveló que los equipos actuales son especialmente propensos a dos problemas corrosivos: el pensamiento «nosotros contra ellos» y la información incompleta. Para superar estos escollos se necesita una nueva condición habilitadora: una mentalidad compartida.
Este artículo detalla lo que deben hacer los jefes de equipo para establecer las cuatro bases del éxito. Por ejemplo, para promover una mentalidad compartida, los líderes deben fomentar una identidad común y un entendimiento común entre los miembros del equipo, con técnicas como el «tiempo estructurado no estructurado». Los autores también describen cómo evaluar la eficacia de un equipo, proporcionando una evaluación que los líderes pueden llevar a cabo para ver qué está funcionando y dónde hay margen de mejora.