Formacion de la conciencia

Cómo funciona la conciencia

La perspectiva psicodinámica de la psicología propone que hay fuerzas psicológicas que subyacen al comportamiento, los sentimientos y las emociones humanas. La psicodinámica se originó con Sigmund Freud (Figura 2.5) a finales del siglo XIX, quien sugirió que los procesos psicológicos son flujos de energía psicológica (libido) en un cerebro complejo. En respuesta al enfoque más reduccionista de los movimientos de la psicología biológica, estructural y funcional, la perspectiva psicodinámica marca un giro del péndulo hacia conceptos más holísticos, sistémicos y abstractos y su influencia en los comportamientos y acciones más concretos. La teoría del psicoanálisis de Freud parte de la base de que gran parte de la vida mental es inconsciente y que las experiencias pasadas, especialmente en la primera infancia, moldean la forma en que la persona siente y se comporta a lo largo de su vida.

La conciencia es el conocimiento del yo en el espacio y el tiempo. Puede definirse como la conciencia humana de los estímulos internos y externos. Los investigadores estudian los estados de la conciencia humana y las diferencias de percepción para entender cómo funciona el cuerpo para producir la conciencia. La conciencia varía tanto en la excitación como en el contenido, y hay dos tipos de experiencia consciente: la fenoménica, o en el momento, y la de acceso, que recuerda experiencias de la memoria.

Conciencia fenomenal

La anestesia general es muy diferente a quedarse dormido. Tiene que serlo; si estuvieras dormido, el bisturí del cirujano te despertaría rápidamente. Los estados de anestesia profunda tienen más en común con condiciones catastróficas como el coma y el estado vegetativo, donde la conciencia está completamente ausente.

Sin embargo, bajo anestesia general, las cosas son diferentes. Podría haber estado anestesiado durante cinco minutos, cinco horas, cinco años, incluso cincuenta. Y «bajo» no lo expresa del todo. Simplemente no estaba allí, una premonición del olvido total de la muerte, y, en su ausencia de todo, una extrañamente reconfortante.

La anestesia general no sólo funciona en tu cerebro o en tu mente. Trabaja sobre tu conciencia. Al alterar el delicado equilibrio electroquímico de los circuitos neuronales del interior de la cabeza, se suprime temporalmente el estado básico de lo que es «ser». En este proceso reside uno de los mayores misterios que quedan en la ciencia, y también en la filosofía.

De alguna manera, dentro de cada uno de nuestros cerebros, la actividad combinada de miles de millones de neuronas, cada una de ellas una pequeña máquina biológica, está dando lugar a una experiencia consciente. Y no cualquier experiencia consciente, sino tu experiencia consciente, aquí y ahora.

Mi conciencia

en las interacciones únicas y particulares que se producen entre el sistema (por ejemplo, sus órganos sensoriales situados en su cuerpo y en la zona correspondiente del cerebro) y su entorno (por ejemplo, fotones, ondas sonoras, sustancias químicas) o simplemente entre partes del propio sistema, tomadas de forma aislada (por ejemplo, sus subsistemas de memoria, en la medida en que éstos son capaces de inducir estados internamente) (Jonkisz 2015, p. 9).

Los sujetos que experimentan la inserción de pensamientos o el delirio de control (…) no se confunden sobre dónde ocurren los movimientos o pensamientos ajenos -los sitios de tales movimientos o pensamientos son sus propios cuerpos y mentes. Los pensamientos insertados o los movimientos ajenos (…) no pueden carecer por completo de la cualidad de minidad, ya que el sujeto afectado es muy consciente de que es él mismo y no otra persona quien experimenta estos pensamientos y movimientos ajenos (Gallagher y Zahavi 2008, p. 210).

Los objetos y procesos a los que nos enfrentamos en nuestra vida cotidiana adquieren sus valores asignados por referencia a (la) primitiva del valor del organismo naturalmente seleccionado. Los valores que los seres humanos atribuyen a los objetos y las actividades guardarían alguna relación, por directa o remota que sea, con las dos condiciones siguientes: en primer lugar, el mantenimiento general del tejido vivo dentro del rango homeostático adecuado a su contexto actual; en segundo lugar, la regulación particular necesaria para que el proceso funcione dentro del sector del rango homeostático asociado al bienestar en relación con el contexto actual.

Psicología de la conciencia

Si alguna vez has experimentado el majestuoso ascenso de un globo aerostático al amanecer, ya sea como pasajero o como piloto, conoces ese momento del despegue, esa sensación de ser más ligero que el aire y de elevarte suavemente sobre la tierra. Se necesita mucho aire caliente, o quizá helio, para elevar un globo, pero se necesita mucho más que aire caliente para elevar la conciencia a niveles superiores. Sin embargo, con una conciencia más elevada, creo que puedes cambiar el mundo. Puedes aumentar tu confianza y lograr un mayor éxito.

Como piloto de globos aerostáticos, ha sido un maravilloso privilegio llevar a la gente a niveles más altos y ser testigo de la emoción de flotar en el aire, obtener una vista de pájaro del paisaje y, en una ocasión muy especial, una propuesta de matrimonio a más de mil pies sobre el valle del Hudson, en el norte del estado de Nueva York. Muy pocas personas se convierten en pilotos de globos aerostáticos, pero elevar la conciencia está al alcance de todos y, para mí, representa una aspiración aún mayor.

Tratar de definir la conciencia nos lleva al mundo de la neurociencia, la ciencia del cerebro, y aunque se han llevado a cabo algunas investigaciones excelentes, una definición coherente de la conciencia ha resultado esquiva. Como dijo el investigador de la conciencia Joel Frohlich, «la conciencia es un misterio». En pocas palabras, cuando nos despertamos del sueño, recuperamos la conciencia.