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Por qué dejé la consultoría

En DKB, las siglas de Developing Knowledge in Business son nuestra pasión. Cuando se nos invita a trabajar con cualquier empresa para ayudar a resolver un problema, desplegar su formación o echar una mano, comenzamos un viaje que suele seguir un proceso definido. Éste comienza con una reunión inicial y termina con la implantación de una forma de operar diferente y más eficaz con la que nuestro cliente está satisfecho.

Consiste en establecer un primer contacto con nuestro cliente y empezar a construir una relación de confianza y respeto mutuos. Queremos saberlo todo sobre nuestro cliente y su situación, así como conocer algo sobre el problema/oportunidad en el que vamos a ayudarle.

La contratación consiste en hacer explícitas todas las necesidades de nuestro cliente que podamos. También es la oportunidad de hacerles saber lo que podemos hacer y el papel que necesitamos que desempeñen en el proceso de resolución del problema. Es importante que ambos entendamos en detalle las expectativas mutuas de la relación en una fase temprana.

¿Es la consultoría estresante?

Peter Block es el autor de Flawless consulting – A guide to getting your expertise used. El punto de partida son los siguientes tres objetivos de consultoría. Establecer una relación de colaboración. Resolver los problemas para que sigan estando resueltos y asegurarse de que se presta atención tanto al problema técnico/empresarial como a las relaciones. Para lograrlo, hay que seguir cuatro fases y hay que asegurarse de completar los requisitos de cada fase antes de pasar a la siguiente.

Resultado Por definición, ser consultor -y no gestor- significa que sólo tienes el control directo y la responsabilidad de tu propio tiempo y tus propios recursos de apoyo. Al director de línea se le paga para que asuma la responsabilidad de lo que la organización de línea aplica o no aplica.

Responsabilidad Si yo -conozco mi área de especialización (un hecho), me comporto de forma auténtica con el cliente, atiendo y completo el negocio de cada fase de la consultoría, y actúo para crear capacidad para que el cliente resuelva el siguiente problema por sí mismo, puedo decir legítimamente que he realizado una consultoría impecable.

¿Es la consultoría adecuada para mí?

Comprender a las partes interesadas es vital en las empresas de hoy en día. Esto incluye escuchar las opiniones y creencias de las partes interesadas, así como solicitar sus comentarios. Al fin y al cabo, son las personas que darán forma e influirán en los futuros éxitos (o fracasos).

Una parte interesada es cualquiera que tenga un interés en la empresa, ya sea que tenga un efecto en la misma o que se vea afectada por ella. Por lo general, las partes interesadas pueden clasificarse en dos grupos: partes interesadas internas y externas. Ejemplos de partes interesadas internas son los empleados, los gerentes y los directores. Las partes interesadas externas son los clientes, los proveedores, los accionistas y los financiadores. Mantener a todas las partes interesadas del lado de la empresa puede ser difícil, pero puede ser enormemente beneficioso.

La clave para mantener a las partes interesadas de su lado es la consulta. Esto implica el desarrollo de relaciones constructivas y productivas a largo plazo. La consulta a las partes interesadas tiene como objetivo construir relaciones basadas en la confianza y los beneficios mutuos. Escuchar y comprender las opiniones y los comentarios de las partes interesadas puede ayudar a dar forma y mejorar las operaciones generales de una empresa.

Empresas de consultoría de gestión

Los consultores pueden desempeñar una serie de funciones que pueden variar considerablemente en función del sector. En pocas palabras, los consultores proporcionan opiniones, análisis y recomendaciones de expertos a organizaciones o individuos, basándose en su propia experiencia. Son esencialmente solucionadores, sirviendo como solucionadores de problemas objetivos y proporcionando estrategias para prevenir problemas y mejorar el rendimiento.

Los trabajos de consultoría suelen ofrecer a los empresarios la oportunidad de complementar a los miembros de su equipo con una perspectiva externa. Los consultores pueden ayudar a las organizaciones a racionalizar las operaciones, aumentar la productividad, incrementar los ingresos y hacer que las funciones generales sean más eficientes en toda la organización.

Una de las principales razones por las que las empresas contratan a consultores es que pueden poseer un conocimiento profundo de un sector o tema específico que la organización tiene en su seno. Un consultor experimentado a menudo puede dedicar a un proyecto el tiempo y la experiencia que los empleados de la plantilla no tienen.

Dado su amplio papel en la identificación de problemas y la racionalización de los procesos de trabajo, prácticamente todos los sectores contratan consultores. Los consultores que realizan evaluaciones para sus clientes suelen formar y enseñar a los empleados basándose en sus recomendaciones sobre cómo debe cambiar la organización.