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Gobierno de España

ResumenLas teorías de la negociación multilateral y de la formación de coaliciones aplicadas a las legislaturas predicen que la proporción de escaños de los partidos determina su poder de negociación. Presentamos resultados que son difíciles de reconciliar con esta predicción. Utilizamos datos de 2.898 elecciones municipales españolas en las que dos partidos empatan en número de escaños. El partido con un número ligeramente superior de votos en las elecciones generales tiene muchas más probabilidades de nombrar al alcalde (formar el gobierno). Dado que los partidos empatados deberían tener, en promedio, igual poder de negociación, esto identifica el efecto de ser el más votado debido a una norma que prescribe que «el más votado debe formar gobierno». El efecto de ser el más votado es comparable en tamaño al efecto de obtener un escaño adicional. Esta norma vincula el comportamiento incluso cuando el segundo y el tercer partido más votado pueden formar una coalición ganadora que prefiere que el más votado no nombre al alcalde. Los votantes castigan, en futuras elecciones, a los segundos partidos más votados que nombran alcaldes, lo que sugiere que hacen cumplir la norma. Documentamos un efecto similar entre el segundo y el tercer partido más votado y proporcionamos pruebas sugestivas de normas similares en 28 parlamentos nacionales europeos. Un modelo en el que las elecciones desempeñan un doble papel (agregando información y disciplinando a los titulares) y en el que pueden darse diferentes equilibrios (normas) es coherente con nuestros resultados y arroja predicciones adicionales.

España, partido en el poder

Los días 23 y 25 de julio, el parlamento español no logró aprobar un voto de confianza para el gobierno socialista en minoría de Pedro Sánchez. La razón principal fue la falta de apoyo de la izquierda de Unidos Podemos (UP) y de los partidos regionales. Todavía es posible un acuerdo crucial con UP. Si no hay acuerdo, se producirá la inestabilidad política y la colaboración entre UP y los partidos separatistas. Sin embargo, UP está en contra de la cooperación euro-atlántica. Por ello, su participación en el gobierno puede dificultar las relaciones de España con la UE y la OTAN.

A pesar de haber ganado las elecciones del 28 de abril, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) no obtuvo suficientes escaños en el congreso para establecer un gobierno mayoritario. Durante dos meses, sus dirigentes han declarado que quieren establecer un gobierno en minoría y empezaron a negociar una coalición con UP sólo unos días antes de la primera votación en el nuevo parlamento. Sin embargo, no llegaron a un compromiso. Según la Constitución española, si el gobierno no consigue un voto de confianza antes del 23 de septiembre, habrá que convocar elecciones anticipadas, esta vez para el 10 de noviembre.

Voto de investidura España

El segundo Gobierno de Pedro Sánchez se constituyó el 13 de enero de 2020, tras la elección de éste como Presidente del Gobierno de España por el Congreso de los Diputados el 7 de enero y su toma de posesión el 8 de enero, como consecuencia de que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se erigió en la primera fuerza parlamentaria en las elecciones generales de noviembre de 2019[1]. Sucedió al primer Gobierno de Sánchez y es el Gobierno de España en funciones desde el 13 de enero de 2020, un total de 886 días, es decir, 2 años, 5 meses y 4 días.

El Consejo de Ministros está estructurado en los despachos del presidente del Gobierno, los cuatro vicepresidentes del Gobierno, 22 ministerios y el cargo de portavoz del Gobierno[20][21][22][23] A partir de julio de 2021, el Consejo incluiría sólo tres vicepresidentes del Gobierno[24].

Véase Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 (13 de enero de 2020 – 31 de marzo de 2021)Véase Ministerio de Economía y Transformación Digital (31 de marzo – 12 de julio de 2021)Véase Ministerio de Trabajo y Economía Social (12 de julio de 2021 – actualidad)

España sin gobierno

Los diseños autonómicos de Cataluña del siglo XX, nacidos del debate sobre la organización territorial de la España constitucional, se basan en el dinamismo social contemporáneo y responden a las necesidades de una sociedad democrática moderna. En contraste con sus remotas, inespecíficas y ambiguas experiencias históricas, el actual esquema autonómico de Cataluña ha seguido una estricta línea de continuidad.

En opinión de los políticos nacionalistas catalanes, la Mancomunidad fue un modesto pero útil primer paso hacia la autonomía de Cataluña, por lo que la institución inspiró el trabajo para ayudarla a crecer. El 25 de noviembre de 1918, la Mancomunidad aprobó las Condiciones de Autonomía de Cataluña y redactó un Estatuto, que fue aprobado por los representantes y diputados presentes en la asamblea del 25 de enero de 1919. Este Estatuto, que contenía 34 artículos y varias estipulaciones transitorias, preveía un gobierno autónomo formado por un parlamento, un ejecutivo y un gobernador general; esbozaba un marco financiero autónomo y definía las competencias del Estado y de la región autónoma. El proyecto fue rechazado por el ejecutivo y el parlamento españoles sin debate, pero siguió siendo un punto de referencia para el futuro próximo.